sábado, 11 de enero de 2014

Comentarios de Sai Baba

La búsqueda de Dios no implica solamente llevar a cabo bhajans, japa, culto y otras cosas por el estilo. Estos son medios para lograr la concentración mental y dominar los deseos y las aversiones. ¿Por qué habría de clamarse: "Dónde está Dios"? Dios reside en el corazón. Ofrezcan servicio y reciban amor. Y por este medio experimenten la dicha de la Autorrealización.
Desde tiempos remotos han fluido dos grandes corrientes de Sabiduría Superior en las tierras de Bharat. Una es la Sabiduría Védica. En ella, lo primario son los Karma Kanda (rituales). Tienen su origen en Brahman. Los rishis (sabios) recibieron las inspiraciones védicas y propagaron su mensaje. La segunda corriente es la herencia escritura¡ de los Puranas. En ella, el deber representa lo primordial. Fueron también los rishis quienes la recogieron y difundieron su mensaje. Ambas corrientes tienen igual validez.
La meta del marma es el jñana, en tanto que para el jñana el karma constituye la base. El combinarlos a ambos en la práctica es lo que constituye el seva. A través de la conducta correcta se purifica la mente, y una mente pura lleva hacia la bienaventuranza átmica. De ahí que los deberes que se nos impongan deban ser cumplidos. El deber más importante del hombre es el de llevar a cabo buenas obras con un corazón puro. No debe haber en él ningún sentimiento egoísta como "Yo he realizado estas buenas obras". No es correcto albergar el más mínimo deseo de gozar de los frutos de las acciones. El egoísmo y el deseo nos someten al karma. El deseo es la barrera que se levanta entre la mente pura y la devoción al yo. El considerar como el deber de uno la realización de la acción correcta y el evadir el egoísmo en la conducta y el deseo en la motivación, representa el sacrificio real.

Karma yoga
El karma yoga enseña cómo deben llevarse a cabo las acciones. Prescribe el deber por amor al deber. "Yogah Karmasu Kausalam" (el yoga es excelencia de acción). Le permite al hombre reconocer en sí mismo la imagen de lo Divino. La acción justa y el control de los sentidos son esenciales para el cultivo del amor y la bondad universales. Son el cimiento de la vida buena.
No todos llegan a entender el significado del karma yoga. Muchos desprecian trabajos como el asear las calles, ayudar a los enfermos, alimentar a los hambrientos y servir a los pobres y destituidos como algo poco digno. Esto es un craso error. El Supremo Señor de los tres mundos, el mismo Sri Krishna, cuando descendió para proclamar el divino destino del hombre, le prestó servicio a bestias y aves. Cuidó caballos y vacas con amor. En la gran guerra de Kurukshetra, declinó blandir la espada. Se contentó con actuar como mero auriga. Y por este medio hizo que se conociera el ideal del servicio desinteresado.
La verdad subyacente en el karma yoga es la demostración de la unidad que abraza la diversidad en el universo. La acción carente de deseos (nishkama karma) demuestra y promueve el principio del Amor. No hay sadhana espiritual mayor que el servicio. La tendencia respecto a distinguir entre la senda espiritual, la senda del servicio y la senda del conocimiento y a considerarlas como separadas, es un error. Ellas no son distintas: son una sola. El seva (servicio) es conocimiento espiritual. El seva es el medio primordial para adquirir la Gracia Divina. Sin haber sido devotos seguidores, no pueden llegar a ser líderes dignos. Sin haber sido un Kinkara (el que está dispuesto a realizar cualquier trabajo), no se puede llegar a ser un Sankara (lo Divino). Cada cual debe realizar esta verdad. El servicio ala sociedad es el más elevado bien. Se suma a la alegría de la vida y realza su sabor como la sal.
El amor univérsal endulza la vida como alimento nutritivo. La alegría de dar hace que la vida sea feliz. El dhyana (meditación), que es sostenido por el servicio, representa el verdadero aliento vital. La vida requiere de cuatro elementos: dulzura (ruchi), fuerza (pusti), fragancia (sugandham) y el aliento vital (prana). La unidad de estos cuatro conforma la entidad humana. Cuando se sientan a comer, ponen de lado el dal si no hay sal en él. Siendo así, ¿no sería lógico que hubiera algo de dulzura y sabor en una vida llevada por sesenta o setenta años? ¿Qué es lo que le da sabor a la existencia humana? Solamente las buenas cualidades le imparten sabor ala vida. Solamente la buena conducta representa la fuente correcta de la fuerza para el hombre. Un hombre que no se conduzca correctamente se convierte en una criatura débil y digna de compasión. Las buenas cualidades como la paciencia y el sacrificio, en cambio, le prestan fragancia a la vida del hombre. Los buenos pensamientos y sentimientos deberían ser el aliento de vida del hombre. Sin buenas cualidades, acciones justas y las actitudes de paciencia y sacrificio, la vida no vale nada.

Las técnicas que se dominan en el mundo de hoy y la educación que se busca, puede que hagan que una persona se vuelva más lista, pero nada más. ¿De qué sirven estas técnicas y esta educación, si no pueden hacer que la persona sea culta? La esencia misma de cada cosa es el CARÁCTER. Uno puede llegar a dominar una gran cantidad de técnicas, mas sin el CARÁCTER como algo inherente, ¿qué valor tendrían las técnicas y esta forma de educación?
Mientras mayor sea el número de técnicas que dominen y los tipos de educación que reciban, mayor será también el número de deseos y necesidades. No hay duda de que uno se convierte en un héroe en términos de anunciar palabras vacuas y carentes de sentido, pero es un cero en lo tocante a la acción. Ser listo está bien, en cierto sentido, mas, ¿qué es lo que se ha ganado al hacerse listo o extremadamente hábil, si ni siquiera una fracción de lo que uno ha llegado a saber se traduce en acción pura?

¡Premaswarupulaara! ¡Encarnaciones del Amor! En verdad, Sathya es la mansión de Dios y Dharma (rectitud) está seguramente encapsulado en Sathya. Los Vedas tan llenos de sabiduría y de conocimiento no constituyen sino una manifestación de este Sathya. Los individuos que aspiran a progresar y a prosperar en la vida tendrán que seguir, necesariamente, los mandamientos del Sathya. Sathya, dana, tapas, thyaga (verdad, caridad, austeridades y sacrificios), amistad, limpieza, vidya (saber), servicio al Maestro, son en esencia nueve gemas, nueve diamantes que cada estudiante debe entender.
En el estado de logro supremo tienen al Dharma, Shanti, Prema y Ahimsa (verdad, paz, amor y no violencia) y deben profundizar en ese estado. En verdad, hay que tener la seguridad de que no existe sino Uno, una sola entidad, aunque los sabios le hayan dado connotaciones y nombres diferentes. Aquel que lleva una vida firmemente adherida a esta idea de Sathya, el que siga sus mandamientos, es en realidad una persona ideal. Su vida es realmente una vida verdadera. Este Sathya no ha sido establecido en bien de un solo individuo. Trasciende las limitaciones de espacio, tiempo y país.
En dondequiera que uno esté, en cualquier punto del tiempo, en cualquier país, este Sathya es de importancia primordial. El gran ancestro de la raza humana, Manu, profundizó en este concepto del Sathya, lo experimentó él mismo y legó los beneficios y todo lo que Sathya conlleva a su progenie, vale decir, a la raza humana. Hablen la verdad por gusto y no digan mentiras, mas pensando que así deben ser, no sean duros. Esto es lo que nos ha legado Manu respecto de este Sathya y todo lo que representa.
¡Esta es vuestra debilidad! En el momento en que puedan detener esta sensación de debilidad, en ese momento se convertirán en sadhakas. Aunque haya gente que se dedique a la crítica, que nos ridiculice e incluso nos perjudique de varias maneras, de ningún modo deberemos dejar que se nos escape este sentido de la paz en nosotros. Un hombre que no entienda su naturaleza, que no entienda lo que es sagrado, que esté lleno de egoísmo y que quiera que todo apunte hacia sus propios fines, se extraviará; los verdaderos sadhakas, en cambio, que desean hacer el bien y santificar sus vidas y ser desinteresados, y que, pese a ello, toman por este camino errado, no serán consecuentes con lo que buscan. Si observan a un elefante, verán que pueden ser muchos los perros que le ladren cada vez que lo vean, ¿pierde algo el elefante con ello? Los perros también pueden ladrarles alas estrellas, ¿se cae alguna por ello? De manera similar, ante esta gente insignificante, dada a estas ideas y pensamientos insignificantes, debemos tratar de ejercer nuestra paciencia y obtener la Gracia a cambio..
Hay gente que se dedica a ridiculizar a los bhaktas, señalando que no son más que exhibicionistas. Si el bhakta lleva un traje recién lavado y planchado, lo comentarán; si se dedica a sus propios asuntos, lo criticarán tildándolo de egoísta y si el devoto trata de entablar una conversación amable, dirán que es un parlanchín, y si hace lo que se le ha encomendado, dirán que es un tonto. De este modo siempre buscan defectos inexistentes. El que anda buscando fallas en los demás llevará en sí la marca de una mente malévola. El andar husmeando las pisadas pertenece ala naturaleza del perro, ¡nosotros no deberíamos caer en esta costumbre despreciable! Si se rigen por lo que hacen los malvados, ¿qué diferencia establecerían respecto de sí mismos? Si dicen que algo no está bien en una persona, vigilen de no caer en la misma equivocación; sólo así estarán promoviendo la causa propia: es necesario que nutran sus propias buenas cualidades. Deberán eliminar en sí mismos todo lo que se llama "flaqueza". Promuevan el amor, nutran su paz y su ecuanimidad, sean verdaderos seres humanos. Para el hombre, su esencia misma es la paz; si han perdido la paz, lo habrán perdido todo en la vida.
 
(escrito de Satya Sai Baba)


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